Janette Beckman comenzó su carrera fotografiando la escena musical londinense. Ya para ese entonces quedaba claro lo que muchos años después Jay Z halagaría de ella, “más que una fotógrafa es una capturadora de momentos”. The Clash, Sex Pistols, The Beat, The Specials, Siouxsie & The Banshees, The Police, entre otros tantos nombres y bandas épicas, la tienen a ella como la responsable de sus imágenes más icónicas, las que en conjunto relatan por sí misma toda una época.

Janette Beckman en su estudio
La fórmula se extendería y el legado se replicaría una vez instalada en Nueva York, ciudad a la que llegó justo a tiempo para ver el despegue del hip hop. Era 1983, y la fotógrafa británica venía de gozar del estallido de muchos de los nombres que dieron el gran salto en su país, pero antes había buceado junto a ellos por todo el under inglés. En su mudanza pensó que podría hacer el mismo recorrido, pero su idea de seguir al punk neoyorkino, para ese momento en plena intimidad con el hip hop, la hizo comenzar desde un paso más atrás cuando conoció in situ la nueva cultura que venía emergiendo desde los guetos.
Durante esos primeros años se dedicó a sacarle fotos a los chicos y chicas que no eran conocidos más allá de sus barrios, incluso algunos ni siquiera tenían experiencia en clubes. Por eso mismo su trabajo tiene un valor agregado, el de la intuición y el de la construcción de una anatomía que permite ver claramente el antes y después del hip hop a partir del quiebre que se da con la legitimación de ponerse a grabar las rimas y, consecuentemente, la irrupción de las discográficas, y, a su vez, cómo en ningún momento se dejaba licuar el aullido original, lo que a cada uno de los protagonistas los movilizaba a rimar, bailar o grafitear la ciudad.
“Esos años los recuerdo como los del hip hop duro, en crudo. Todo estaba comenzando, pero ya se sentía en el aire que era cuestión de un minuto a otro que la historia de todos ellos cambiaría y que con ellos cambiaría la historia de la música”, recuerda la fotógrafa con cierta nostalgia, lo que la lleva a reflexionar donde, a su entender, sí sucedió un cambio poco favorable: “en aquellos años todavía no se veía al hip hop como la posibilidad de salir del gueto, había un sentimiento de supervivencia más bien emocional y creativo, pero no económico, en los 90 ya sabían que el hip hop podía sacarlos del gueto y convertirlos en estrellas, pero eso no los desconcentró del arte y la poesía, al contrario. Ahora empiezan al revés, ahora empiezan queriendo hacer dinero y cuando lo hacen ya no hay lugar para otra cosa, solo se trata de eso, por eso ya no me interesa tanto”. Como si su trayectoria no fuera suficiente para avalar su mirada, Jay Z le da un lugar excepcional para darle aún más respaldo a su voz, “no hay una parte del hip hop que Janette no haya tocado con su cámara. Su uso de la luz y el arte que encuentra frente a cada momento es legendario, rara vez alguien logra traer tanto resentimiento en una imagen fija como lo hace ella”. Otros que no ahorraron en expresar su admiración fueron los Beastie Boys, “Janette es una lectora mental, captura todo lo genial que uno desea ver”.
En la actualidad sigue viviendo y trabajando en Nueva York, además de estar en contacto con varios de los protagonistas de sus fotografías, sigue cerca de grafiteros y artistas plásticos que también prefieren los tiempos de la vieja escuela y la época dorada. Hace poco en una entrevista, a razón de uno de los tantos reconocimientos que suelen hacerle, le pidieron que elija alguna de sus fotografías favoritas, ya sea por el retrato en sí como por el contexto de cada una. El resultado fue el siguiente:

LL Cool J: «Esta fue la primera sesión de prensa de LL para Def Jam. Probablemente tenía 17 años cuando entró en mi estudio con este enorme boombox y me encantó. Hay que tener en cuenta que cuando fotografié a muchos de estos artistas no eran famosos y ellos tampoco estaban teniendo un viaje estilo ‘queremos ser los próximos Led Zeppelin’. Trabajamos sin nada, ni vestuaristas ni maquilladores. Creo que tampoco los necesitábamos, ellos llegaban con demasiada onda. Las fotos se hacían con lo puesto, lo que sí me interesaba es que se viera la actitud y esta es una imagen que representa perfecto el espíritu de ese momento».

Grandmaster Flash & the Furious Five: «Cuando llegué por primera vez a Nueva York acababa de salir The Message. ¡Vivía en el Lower East Side y sí, había «cucarachas en la parte de atrás, drogadictos en el callejón con un bate de béisbol!». La canción tenía esa fuerte resonancia. Trenes cubiertos de grafiti, música que salía por las ventanas de los automóviles. Todo ese clima estaba a tu alrededor y me gustaba mucho! Fue especial tomar esta foto para la portada del álbum Gold«

Scott La Rock & KRS-1: «Me dijeron que vaya al Bronx y me fije que estaba sucediendo, que vuelva con fotos. No tenía idea lo que era el Bronx ni cómo se veía. Me subí al tren y fui. Eso era lo mejor de ser una fotógrafa recién llegada. Cuando les saqué esta foto fue genial, era la primera europea que conocían. Ya sabés como era, ningún turista iría en ese tiempo al Bronx, sin embargo, ahí estaba sucediendo todo esto que me interesó mucho más que todo lo que se decía y fue una sorpresa».

Slick Rick: «No soy el tipo de fotógrafa que prefiere el estudio y el retrato, no es lo que más me gusta. Pero cuando lo vi entrar a Slick Rick con su traje y su mood 60s me recordó mucho a los chicos que veía en Brixton y sentí que la foto no necesitaba mucho más que él y su actitud».
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Nas en su casa con otro de los retratos que le hizo Janette a Slick Rick

A Tribe Called Quest: «Me encanta A Tribe Called Quest, su estilo afrocéntrico y sus letras geniales. Hicimos esta foto en Chelsea con su primo. En ellos para mí está todo lo que me emociona del hip hop, de sus orígenes, todas esas personas que expresando lo que pensaban, muy jóvenes, algunos todavía niños escribiendo sobre sus vidas».

Salt-N-Pepa: «La primera vez que las fotografié no tenían ni siquiera un disco, estaban recién pensándolo. Esa primera foto fue para una revista británica dirigida a adolescentes. Fue una gran jornada en Alphabet City, lo que no imaginaba es que sería la primera de otras tantas geniales».

Roxanne Shanté: «Cuando la fotografié por primera vez tenía alrededor de 15 años. Roxanne’s Revenge había explotado y la tuvieron que sacar de la escuela porque estaba recibiendo demasiada atención. Era una nena, pero también tenía esa gran personalidad y confianza arrolladora, y lo dejaba claro en la primera mirada. Lo mejor de estos años fue que, como de repente, había artistas femeninas tomando un protagonismo real y justo, con discos duros y geniales»

En 1988 hizo esta fotografía con varias de las raperas del momento, «La Generación del ’88»: Sparky D, Sweet Tee, MC Peaches, Yvette Money, Ms. Melodie, Synquis, Millie Jackson, Roxanne Shanté, MC Lyte & Finesse

EPMD: «Esta fue mi tercera portada discográfica para ellos, que ya habían elegido donde querían hacerla, así que guiaron para llegar, ‘vas por este camino y va a llegar un momento en el que vas a quedar de frente con el agua. Vamos a estar ahí al mediodía’. Era invierno así que la luz se iba temprano, el mediodía era un buen horario solo que habían pasado las 4 de la tarde y ellos no aparecían. Como todavía no había celulares tuve que subirme al auto y buscar un teléfono público. Cuando logré comunicarme su representante me dijo «ah, sisi, están en el Bronx puliendo sus llantas’. No podía creerlo, ya prácticamente no quedaba buena luz. Volví al punto de encuentro y fue genial, verdaderamente genial, justo que el sol comenzaba a bajar escuché el ruido de los motores. Estacionaron, les advertí que teníamos menos de 20 minutos para hacer la foto. Bajaron del auto totalmente relajados y se sentaron encima. Los miré, miré mi cámara que ya estaba lista para disparar y por un segundo pensé que no podía ser tan genial como estaba siendo: esa era la foto, antes de disparar lo supe, la foto ya estaba ahí. Y así fue.»
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